Fukushima: ha llegado el momento de la farsa científica.

Au cours d'une manifestation antinucléaire à Kyoto, le 11 juin 2011 (Thierry Ribault).

Fotos: durante una manifestación antinuclear en Kyoto el 11 de junio (Thierry Ribault)

Por Thierry Ribault | Economista al CNRS | 11/09/2011 | 

Traducción F.Colin y Celia Fernandez de Alteatequieroverde

articulo original: http://www.rue89.com/planete89/2011/09/11/fukushima-voici-venu-le-temps-de-limposture-scientifique-221364

El fin de semana pasado, un coloquio científico; en el otoño, una investigación de salud pública con datos trucados…

Después del tiempo de las mentiras industriales, con Tepco en el papel de culpable ideal, después del tiempo del pánico fingido del Estado, con el ex Primer ministro Naoto Kan en el papel de fusible político: ahora ha llegado el tiempo de la farsa científica con el profesor Shinichi Yamashita en el papel del sabio histriónico, poseedor indiscutible de la verdad sobre la magnitud del desastre sanitario después de la catástrofe.

Farsa científica en dos tiempos.

 Durante los días 11 y 12 de septiembre, el profesor Yamashita presidió el primer gran coloquio sobre la catástrofe nuclear que tuvo lugar en la facultad de medicina de Fukushima:

  La Conferencia Internacional de Expertos de Fukushima- Radiación y riesgo sanitario

Según el comité de organización, el objetivo de esta conferencia que reunió a treinta expertos japoneses y extranjeros del UNSCEAR, del ICRP, de la AIEA y de la OMS son:

« Hacer recomendaciones para suprimir la ansiedad de los residentes de Fukushima frente a la radiación (…). Se trata de llevar a cabo una evaluación externa de la investigación sobre la gestión sanitaria del departamento de Fukushima, y dar una respuesta a la inquietad de las madres.”

« Más sonríes, menos te irradias »

 El principal organizador, Shunichi Yamashita, de la universidad de Nagasaki, es « asesor para el riesgo sanitario ligado a las radiaciones » en el departamento de Fukushima. Se presenta a si mismo como superviviente de una familia de Nagasaki y contribuye activamente a la banalización de la radiactividad

Mediatizado, el profesor Yamashita pasa por ser un científico fiable y tranquilizador para las personas que dicen sentirse mejor después de oírle. El no tiene dudas en recomendar:

“Más sonríes, menos te afecta la radiactividad (…) Si no sonríes, las radiaciones tendrán un efecto sobre ti. Ha sido probado con la experimentación en animales.”

“La situación, agravada por un desastre informativo”

Encontramos en el argumento del coloquio, que data de primeros de agosto, los elementos siguientes que dejan pocas dudas sobre la intención de los organizadores:

« La situación de Fukushima ha sido agravada por lo que podemos llamar un desastre de la información: las noticias que circulan varían según las fuentes, que son a veces incompetentes.  Es esencial que trabajemos para poner  en circulación únicamente la información correcta y científica sobre los efectos sanitarios de la radiación”

Le 27 mai 2011, à Koriyama, à soixante kilomètres de la centrale. Wataru Iwata, initiateur de Project47/CRMS, explique à ces paysannes que la terre où elles vivent et cultivent, imbibée de césium 137 et 134, est inutilisable pour au moins dix ans et renferme une contamination équivalente à plus de 10 millisieverts par an hors inhalation et ingestion, soit dix fois la dose admissible de 1 millisievert par an.
el 27 de mayo 2011, en Koriyama, a sesenta kilómetros de la central. Wataru Iwata, iniciador del Project47/CRMS explica a estas campesinas que la tierra que cultivan y donde viven, empapada de cesio 137 y 134 es inservible al menos durante 10 años y contiene una contaminación equivalente a más de 10 milisiverts por año (sin inhalación y ingestión)

Los organizadores del coloquio de Fukushima esperan asi « suministrar recomendaciones procedentes del mundo de los expertos y  a la vez comunicar una información correcta sobre los riesgos sanitarios ligados a la radiación y una visión clara de lo que constituye una verdadera sensibilización al riesgo”

Podemos sin embargo, esperar una información científica de un coloquio cuyo vicepresidente, Abel Julio González, miembro de la AIEA, vicepresidente del ICRP (International Comission on Radiological Protection) y consejero de la autoridad de regulación nuclear de Argentina, declaraba en la conferencia de la OMS del 4 de junio en Kiev:

Tchernobyl ha causado 31 muertos, 2000 cánceres evitables de la tiroides en niños, y a día de hoy no existe ninguna prueba validada internacionalmente del impacto de la exposición a las radiaciones sobre la salud pública en Tchernobyl

¿Comparación prohibida con Hiroshima ?

Dos figuras importantes y críticas del mundo científico japonés, han sido apartadas del panel de expertos movilizados para la conferencia, Hiroaki Koide y Tatsuhiko Kodama.

El primero es un especialista en la medición de la radiación y de la seguridad nuclear en el Research Reactor Institute de la Universidad de Kyoto; el segundo es profesor en el Research Center para el Progreso de Ciencia y  Tecnología y director del Centro Radioisotope de la Universidad de Tokio.

Si no figuran entre los expertos invitados, es porque Hiroaki Koide declaraba recientemente que “no hay ningún umbral de seguridad para la salud en materia de exposición a la radiación, sea cual sea nuestra edad”, mientras que Tatsuhiko Kodama, afirmaba que “el nivel total de radioactividad emitido desde el 11de marzo es equivalente a 29,6 bombas de Hiroshima en términos de cantidad de calor, y del orden de 20 veces Hiroshima en términos de volumen de uranio”

¿Con el dinero del fascista  mas rico del mundo?

Podemos igualmente preguntarnos sobre el objetivo real de una manifestación financiada por la Nippon Foundation (no confundir con la Japan Foundation). Esta Fundación,  cuyos voluntarios se podían ver en los campos montados en el Tohoku desde el 12 de marzo, fue creada en 1962 por Ryoichi Sasakawa. Su reputación es sulfurosa: fue acusado de crímenes de guerra durante la segunda guerra mundial (pero nunca condenado) y que se definía a si mismo, en una entrevista al Time en 1974 como “el fascista más rico del mundo”

Ahora, la fundación está presidida por su hijo, Yohei Sasakawa, cronista en el periódico de extrema derecha Sankei Shimbun. En el 2010, la rama francesa de la Nippon Foundation, la Fundación franco-japonesa Sasakawa, de la que Jean-bernard Ouvrieu, ( antiguo embajador de Francia en la AIEA y antiguo embajador en Japón) es vicepresidente del consejo de administración, denunció por difamación a Karoline Postel-Vinav, directora de investigación en el CERL-Science-Po. La fundación no ha logrado su propósito, pero para ella se trataba de intentar intimidar a los que denuncian su estrategia de promocionar las investigaciones universitarias negacionistas (acerca de los crímenes de guerra, de la masacre de Nankin y de la cuestión de las esclavas sexuales durante la guerra de Corea). ¿Debe uno inquietarse por el turbio pasado del que financia el coloquio sobre las consecuencias sanitarias del desastre nuclear de Fukushima?

Un coloquio inaccesible al público y a las victimas.

Policier en civil au cours de la manifestation antinucléaire à Kyoto 11 juin 2011 (Thierry Ribault).
Policía de civil durante una manifestación antinuclear en Kyoto 11 de junio 2011 (T. Ribault)

¿Qué debemos pensar además del hecho que la Nippon Foundation haya hecho este coloquio totalmente inaccesible al público y a las víctimas? Es cierto que este encuentro será retransmitido en un sitio Internet.  Así, con los expertos sobre la escena y el pueblo delante de las pantallas, el espectáculo puede continuar con toda tranquilidad.

En otoño, una  encuesta de Sanidad Pública truncada

La farsa científica no obstante no se para ahí. En junio, el departamento de Fukushima anunció la realización de una encuesta de Sanidad Pública sobre los habitantes expuestos a fuertes niveles de radiación. A partir del otoño, todos los habitantes del departamento recibirán un cuestionario que permitirá recoger el detalle de sus actividades y de su consumo alimentario dos semanas después del 11 de marzo.

El nivel estimado de radiación después será comparado con los niveles detectados. Sólo los residentes que tengan unos niveles elevados serán sometidos a los exámenes por antropogammametría, exámen de las glándulas tiroideas, de orina y de sangre. Las informaciones serán almacenadas durante treinta años en una base de datos creada por la universidad de medicina de Fukushima, que se felicita en Asahi Shinbun del 18 de junio de 2011:

“La calidad del estudio estará por encima de todos los que han sido realizados sobre las víctimas de Hiroshima y de Nagasaki, en la medida en que integrará la evaluación de la contaminación interna”

Dos reservas importantes pueden ser expresadas acerca de esta iniciativa que tiene buenas intenciones…

Una encuesta de la que se conocen ya los resultados…

 

Según los responsables de esta encuesta, esta  « ha sido concebida para calmar las inquietudes, y para garantizar la seguridad y el alivio gracias a una inspección sanitaria a largo plazo de los habitantes del departamento de Fukushima «.

Toshiteru Okubo, presidente de la Radiation Effects Research Foundation (una plataforma cooperativa de investigación nipo-americana  sobre las consecuencias de la bomba A, creada en 1947), augura ya los resultados del estudio (Asahi Shinbun del 18 de junio 2011):

« El impacto de los accidentes de Fukushima en la salud pública puede ser presumido muy menor (…) La exposición de la población a algunos milisiverts por año no es tan importante para que unos efectos sobre la salud hubieran podido ser constatados en estudios anteriores. (…) A estos niveles de radiación, es muy probable que los efectos ligados al consumo de tabaco o de stress por la evacuación sean más importantes que los impactos debidos a las radiaciones.

No solo  tenemos en marcha una investigación de la que se conocen ya los resultados, pero sus fundadores hablan de “seguridad” y de “alivio” mientras por otra parte hablan de dosis admisibles por las personas al menos alarmantes.

¿El umbral de riesgo más alto del mundo?

De hecho se conciben serias dudas acerca del carácter verdaderamente científico del protocolo de esta investigación en la medida que la universidad de medicina de Fukushima y el profesor Yamashita, igualmente en el origen de este proyecto, sostienen la idea según la cual “no tiene ningún efecto sobre la salud hasta que la radiación sea de 100 microsivert por hora” o sea 876 milisiverts por año, es decir 876 veces la dosis máxima admisible según el ICRP, o  44 veces la dosis admisible para los trabajadores del sector nuclear en los Estados Unidos o en Alemania.

 

Estas declaraciones realizadas en marzo, cuando los flujos de dosis estaban en su máximo en el departamento de Fukushima, fueron sin embargo rectificadas dos meses más tarde: en buen científico el profesor Yamahita pregonó entonces que el umbral de riesgo se situaba en 100 milisiverts por año.

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