
Podemos estar de acuerdo, o no, con lo afirmado por Coral Herrera. Aunque, en el fondo, después de años viendo como las mujeres se ponen a la altura (bajura) del hombre en los ámbitos políticos o empresariales dudamos de las palabras del poeta Aragon. No creemos ya como el que la mujer sea el porvenir del hombre. Que Hillary Clinton, Angela Merkel, Helle Thorning-Schmidt, Evelyne Widmer-Sclumpf, Joyce Banda, Dilma Roussef, Cristina Kirchner, Laura Chinchilla-Miranda, Portia Simpson-Miller, Johanna Siguröartdottir, Julia Gillard, Prathiba Batil, Sheik Hasina Wajed, Yingluck Shinawatra, Cospedal, Santa Maria o todas la demás tengan chochos, tetas, óvulos y hormonas (y por consiguiente posibilidad de dar vida) y haber recibido una educación supuestamente diferente no nos convence de que practiquen unas políticas más sensatas que la del hombre. Todas responden a la orden del capitalismo brutal: si no lo hacen, fuera. Es más, si no están del lado de los «buenos» ni llegan al poder. Así que dejemos de creer en Mama Noel: paridad para todas y todos por supuesto, que menos. Por lo menos eso divierte al cotarro democrático. Pero si el pensamiento de las mujeres es el mismo que el de los hombres y las políticas llevadas a la practica son igualmente destructivas para la vida: ¿que más da? Como si cojan el poder todas. Mientras no practiquemos la transformación evolutiva por la herramienta espiritual en pro de la humanidad y de lo vivo en la Tierra en su conjunto, las políticas llevadas a cabo por chicas o chicos no nos llevarán a otro puerto que al de la enfermedad cronica diseñada y rentable por y para los accionistas de las transnacionales de la muerte. Que sean chicas o chicos los lacayos nos lo refanfinfla. Pero si se lo pasan bien…por cierto la televisión danesa ha producido una serie, Borgen, emitida en francés y alemán en Arte los jueves por la noche, que esta la mar de bien. Primera ministra, periodistas, medios de comunicación, spin doctor, lucha de poder, buenas intenciones, traiciones, manipulaciones, son algunas de las etiquetas. Una serie inteligente que deja ver los entresijos de la política y que pregunta: «El poder, ¿a que precio?» Rehabilitar la pregunta es la primera cualidad de bergen que no deberías perderte, si los politicos y politicas y las empresarias y empresarios españolas y españoles que controlan los medios en España te dejan la posibilidad de saborearla…pero a lo mejor, ni ellas, ni ellos quieren que te preguntes nada….acerca de ¿el poder a cualquier precio?
Alteatequieroverde