Thierry Meyssan: Suicidio saudita

http://www.voltairenet.org/article180708.html

Arabia Saudita retomó el plan qatarí tendiente a derrocar el régimen laico en Siria pero Riad parece incapaz de adaptarse al brusco retroceso de Estados Unidos. No sólo rechaza el acuerdo ruso-estadounidense sino que incluso prosigue la guerra y está anunciando diversas represalias para «castigar» a Estados Unidos. En opinión de Thierry Meyssan, esa obstinación equivale a un suicidio colectivo de la familia Saud.

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Abandonada en Siria por Estados Unidos, ¿se suicidará Arabia Saudita a falta de lograr llevarse la victoria? Eso es lo que puede pensarse al ver los siguientes acontecimientos:

-  El 30 de septiembre pasado, el príncipe Bandar Ben Sultan viajó a Rusia, donde no sólo fue recibido por su homólogo, el jefe de los servicios secretos, sino por el presidente Vladimir Putin. Hay dos versiones de ese encuentro. Según los sauditas, Bandar se expresó en nombre del reino y de Estados Unidos. Propuso comprar armamento ruso por una suma ascendente a 15 000 millones de dólares si Moscú abandonaba Siria. Según los rusos, Bandar se expresó con arrogancia, amenazando con el envío de yihadistas que pondrían en crisis la celebración de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi si Moscú persistía en su respaldo al régimen laico de Damasco y proponiendo un verdadero soborno. Sea cual sea la verdad, lo cierto es que el presidente Putin vio las palabras del príncipe saudita como un insulto a Rusia.

-  El pasado 30 de septiembre, el príncipe Saud Al-Faisalestaba inscrito como orador en el orden del día del debate general de 68ª Asamblea General de la ONU. Sin embargo, furioso ante el acercamiento entre Irán y Estados Unidos, este otro príncipe saudita –que funge como ministro de Relaciones Exteriores– simplemente abandonó la sede de la ONU, sin excusarse siquiera. Tan grande era su cólera que incluso se negó a que el discurso que iba a pronunciar, ya preparado e impreso de antemano, fuese distribuido a las delegaciones de los demás países.

-  El 11 de octubre, el secretario general adjunto de la ONU y ex responsable del Departamento de Estado para el Medio Oriente, Jeffrey Feltman, recibía a una delegación libanesa. Al hablar, en nombre del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, Feltman no encontró palabras lo suficientemente duras para criticar la política exterior de Arabia Saudita, basada en «rencores» e incapaz de adaptarse a un mundo cambiante.

-  El 18 de octubre, la Asamblea General de la ONU elegía –193 votos a favor y 176 en contra– a Arabia Saudita para ocupar un puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad por un periodo de 2 años, que comenzaría el 1º de enero de 2014. El embajador saudita Abdallah El-Muallemi se felicitaba entonces por esa victoria que, según él, era un reflejo de «la eficacia de la política saudita caracterizada por la moderación» (sic). Sin embargo, unas pocas horas más tarde el príncipe Saud Al-Faisal publicaba un comunicado –de tono nasserista– sobre la incapacidad del Consejo de Seguridad y la negativa del reino a ocupar el puesto en ese órgano. Aunque mencionó el tema de Siria como motivo principal de esa decisión, el ministro saudita se dio el lujo de denunciar también la cuestión palestina y el tema de las armas de destrucción masiva en el Medio Oriente, o sea de designar simultáneamente como enemigos de la paz a Irán e Israel. Dado el hecho que la crítica contra la política de la ONU en Siria equivale a una denuncia directa contra Rusia y China, que recurrieron por 3 veces a su derecho de veto, el comunicado saudita era un insulto a Pekín, cuando China es actualmente el principal comprador del petróleo saudita. Ese viraje, que provocó consternación en las Naciones Unidas, fue sin embargoruidosamente saludado por Francia y Turquía, países que dicen compartir la «frustración» de Arabia Saudita sobre el tema de Siria.

-  El 21 de octubre, el Wall Street Journal revelaba que el príncipe Bandar Ben Sultan había invitado varios diplomáticos europeos acreditados en Riad a visitarlo en su domicilio, donde les narró el furor saudita ante el acercamiento entre Irán y Estados Unidos y el retroceso estadounidense en Siria. Ante sus atónitos interlocutores, el jefe de los servicios secretos sauditas anunció que el reino piensa vengarse retirando sus inversiones de Estados Unidos. Retomando el episodio del asiento en el Consejo de Seguridad, el Wall Street Journal precisó que –según el príncipe Bandar– el comunicado no estaba dirigido contra la actitud de Pekín sino contra Washington, precisión que resulta tanto más interesante cuanto que no corresponde a la situación.

Ante la incredulidad que suscitaron esas declaraciones y los comentarios conciliadores del Departamento de Estado,el príncipe saudita Turki Ben Faisal explicó a la agencia Reutersque su enemigo personal Bandar había hablado en nombre del reino y que esa nueva política no será objeto de revisión. Lo cual quiere decir que no existen divergencias al respecto entre las dos ramas rivales de la familia reinante en Arabia Saudita –los Sudairi y los Shuraim– sino una visión común que comparten los dos bandos.

En resumen, Arabia Saudita insultó a Rusia en julio pasado, insultó a China hace 2 semanas. Y ahora insulta a Estados Unidos. El reino anuncia que va a retirar sus inversiones de este último país, probablemente para volverse hacia Turquía y Francia, aunque ningún experto ve cómo pudiera ser eso posible. Ese comportamiento puede tener dos explicaciones: Riad finge cólera para que Washington pueda continuar la guerra en Siria sin responsabilizarse con ella o la familia Saud está cometiendo un suicidio político.

La primera hipótesis parece estar en contradicción con las palabras de Bandar ante los embajadores europeos. Si estuviese jugando a favor de Estados Unidos por debajo de la mesa, el jefe de los servicios secretos sauditas tendría especial cuidado en no ponerse a predicar revoluciones a sus aliados.

La segunda hipótesis recuerda el comportamiento de los camellos, animal preferido de los beduinos sauditas. Esos cuadrúpedos tienen la reputación de alimentar sus rencores durante largos años y de ser incapaces de vivir en paz mientras no hayan logrado concretar su venganza, sea cual sea el precio a pagar por ello.

Pero Riad parece haber olvidado que la supervivencia de Arabia Saudita está en juego desde que John O. Brennanfue nombrado director de la CIA, en marzo de 2013. Brennan, quien estuvo destacado en Arabia Saudita, es un resuelto adversario del dispositivo que sus predecesores montaron en el pasado con Riad: el yihadismo internacional. Brennan estima que si bien esos elementos hicieron un buen trabajo en su momento –en AfganistánYugoslavia y Chechenia–, hoy se han hecho demasiado numerosos e incontrolables. Lo que empezó siendo una banda de extremistas árabes enviados a combatir contra el Ejército Rojo se ha convertido con el tiempo en una constelación de grupos, presentes desde Marruecos hasta China, que hoy luchan más con la perspectiva de imponer el modelo de sociedad saudita que para vencer a los adversarios de Estados Unidos.

Ya en 2001, Estados Unidos había planeado liquidar al-Qaeda atribuyéndole los atentados del 11 de septiembre. Pero, con el asesinato oficial de Osama ben Laden en mayo de 2011, Washington prefirió rehabilitar esa red y la utilizó profusamente en Libia y en Siria. Sin al-Qaeda nunca hubiese sido posible el derrocamiento de Muammar el-Kadhafi, como ha quedado demostrado con la llegada de Abdelhakim Belhaj –ex número 2 de al-Qaeda en Libia– al cargo de gobernador militar de Trípoli. Según la visión de Brennan, es necesario reducir el yihadismo a su mínima expresión y conservarlo únicamente para su uso como fuerza de apoyo de la CIA en ciertas circunstancias.

El yihadismo no sólo es la única fuerza efectiva de Arabia Saudita, cuyo ejército se divide en dos unidades que obedecen cada una a uno de los clanes de la familia Saud, sino que además se ha convertido en la única razón de ser del reino en la medida en que Washington ya no necesita a Arabia Saudita para que le garantice el petróleo ni tampoco para que predique la causa de la paz con Israel. Lo anterior explica el regreso del Pentágono al viejo plan de los neoconservadores: «Expulsar de Arabia a los Saud», según el título de un PowerPoint proyectado en julio de 2002 a los miembros del Consejo Político del Departamento de Defensa. Ese proyecto prevé el desmantelamiento de Arabia Saudita en 5 zonas, 3 de las cuales estarían llamadas a convertirse en Estados independientes entre sí mientras que las otras 2 pasarían a formar parte de otros países.

Al optar por probar fuerza con Estados Unidos, la familia Saudno deja opción a los estadounidenses. Es poco probable que Washington permita que unos cuantos beduinos adinerados le digan lo que tiene que hacer, lo cual hace muy previsible que decida meterlos en cintura. En 1975, Washington no vaciló en ordenar el asesinato del rey Faisal. Esta vez, es muy probable que actúe de forma aún más radical.

Fuente
Al-Watan (Siria)

Ciudadanos en: la Conjura del Goya o «los nuevos salvadores de España»con Carolina Punset, nuestra Bendita Señora Salvadora de Altea, en el reparto…

 Te  gustará estar al tanto que «nuestra» señora salvadora de Altea, La que primero se unió con el PSOE para llevar a la alcaldía al intachable Andrès Ripoll  en el 2007 pero luego Se acostó con el PP (2011) sin importarle un pepino el olor a mierda pero dio el bastón de mando  al corrupto mental Ortiz que hizo quebrar y afear Altea  por culpa de sus megalomanías obras, labores, funciones, tareas, mentiras y misiones, te interesará saber, sigo, que “nuestra” insaciable sedienta de poder Carolina Punset, la misma que desde pequeña, tenía 10 años la pobre, nunca se curó de ver a su Papa Pitufo Punset querido perder las elecciones y gran parte de su fortuna personal al haber creado su propio partido político que no funciono, después de dejar la UCD,  que la intachable, incorruptible y verde salvadora de Altea se une a Ciudadanos. 

¡¡¡En hora buena!!!

La lidera-presidenta-portavoz de CIPPAL, después de haber vacilado durante mucho tiempo en ingresar o no en las filas de UPyD, después de flirtear durante una época con los Verdes, después de fracasar con Equo que se le comió su cizaña interna y haber recibido un mordisco mortal de Compromis (en País Valencia, que buena jugada…), después de  coquetear con los franchutes de Ecologie-Les Verts por si acaso  caía algún puesto de diputada en las últimas elecciones legislativas francesas, ya tenemos a la brillante Mujer, con la M mayúscula de matrona, pariendo y vertebrando la nueva plataforma Ciudadanos.

Te deseamos mucha mierda, Carolina,  que es lo que se solía desear a los comediantes y titiriteros antes de entrar en escena.

Las tablas del Goya nos parecen excelentes para los nuevos bufones del marketing neo liberal que allí presentaron tu NO-programa.

Pero que sí, que sí, lo afirmas sin sofocar, con nuestros votos nos vas a salvar, a nosotros, si, si, de la mierda en la que tus  antepasados y parientes  ideológicos (como el Ortiz  PePero de Altea) nos dejaron y más que nos van a hundir. 

¡Viva el neo liberalismo políticamente correcto! ¡Viva! ¡Viva Agatha Ruiz de la Prada y el Rey Borbón que la pario!

 

 

 

la conjura de los necios

» (…)De ahí la aparente candidez que adorna a Albert Rivera y le hace decir que en España vivimos en una ‘democracia’, en el lugar de denunciar la monarquía partitocrática, controlada desde un nivel superior por el vigente Régimen de poderes ‘fácticos y políticos’, donde se pactan y reparten los beneficios del poder que luego se administran por un gobierno autocrático –sin controles efectivos por la ausencia de separación de poderes del Estado-, y a la vez presidencialista ‘de facto’. Lo que, en conjunto, favorece el ámbito de impostura democrática –e incluso el secuestro de la soberanía nacional por los aparatos de los grandes partidos-, que facilita la corrupción ambiental en la que ha degenerado la transición.

Poco de todo esto ha dicho Albert Rivera, ni ningún otro orador de los que participaron en la presentación en Madrid del nuevo ‘Movimiento Ciudadano’, donde imperó el discurso ‘buenista’ de unas someras reformas democráticas, citas tópicas, y donde llamó la atención la ausencia premeditada de toda mención a sus adversarios mas directos de UPyD, mientras se hacía ‘un bonito’ llamamiento a ‘La Conjuración del Goya’ , en referencia al teatro madrileño.

Conjura que, vista la escenografía elegida y principales actores y presentadores –jupies guaperas vestidos de diseño y con aires de modernidad-, más bien parecía un congreso de marketing en cuyo elenco directivo –entre los asistentes al teatro seguramente que sí que los habría- no estaba representado el conjunto de colectivos de la Ciudadanía española a la que pretenden salvar. Ya estarán, esto es solo el inicio, nos dirán. A fin de cuentas las revoluciones siempre las hicieron las élites de la burguesía y las altas clases medias.» (…) «Unos Ciudadanos -¿por qué se cambiaron el nombre?- que triunfaron en Cataluña, pero que no entran de lleno en la crisis democrática de España, donde, por ejemplo, ni siquiera han planteado la disyuntiva entre Monarquía y República, y donde tanto les queda por hacer, aprender y mejorar, lo que tampoco les quita mérito por su empeño en hacer camino al andar, o de provocar como dijo Rivera, que otros rectifiquen su actuación como por ejemplo lo empieza a hacer el PSC en Cataluña dando marcha atrás en su empeño de autodeterminación.

La Conjura del Goya, no tiene el aroma, por literaria que sea, de otras conjuras determinantes de la Historia de España. Mas bien se acerca a un juego infantil como el de la entrañable ‘guerra de los botones’. Un redoble de tambor de hojalata» (..)

Pablo Sebastian

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http://www.republica.com/2013/10/26/el-movimiento-ciudadano-y-su-%E2%80%98bonita%E2%80%99-conjura-del-goya_718867/