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Como se nota que estamos en época prenavideña con un mes y medio de antelación. El árbol ya está plantado en la plaza del Sol de Madrid y se respira un «hedor» propicio a la bondad y a la clemencia. ¿Qué te esperas de la mayoría de los diputados que se suponen te representan? Generosidad hacia la mano que les da de comer, la mano que les paga en sobres sus exorbitantes fastos de campañas electorales, hacia la mano que les abre la puerta de los multimillonarios consejos de administración de las grandes empresas cuando se jubilan de la política. ¿Qué te esperas de los científicos? Afonía acerca de las catastróficas consecuencias que conllevan las moléculas que inventan y permiten poner en circulación. No vaya ser que la Industria del sacro-santo Progreso les quite las subvenciones. ¿Qué te espera de los Cardenales, Obispos y curas? ¿Qué por consciente arte de magia consientan convertir su magia negra en blanca? ¿Para desposar verdaderamente a Cristo en la pobreza y en la enfermedad? ¿Tú les crees masoquistas a esos eméritas directores de consciencia? ¿Qué te esperas de los jueces? ¿Qué encarcelan a los ministros corruptos del Partido Pirata por confundir plastilina con chapopote? ¿Por irse de caza mayor cuando todo un pueblo, que digo una nación, me equivoco un continente se estremecio por el vertido “accidental” de unas cuantas decenas de miles de metros cúbicos de un crudo tan pesado como tu increíble necedad?
Pero vamos a ver: ¿de dónde procede la mayoría de los jueces? De la misma familia que los industriales y que los diputados. De la misma ralea. De la misma casta. Del mismo semen. De óvulos cuidadosamente seleccionados, católicos, apostólicos y romanos. Y si puede ser del Opus. Hermano juez, hermano obispo, hermano general, hermano capitán de industria. Nada nuevo bajo el Sol. Son de la misma estirpe de conquistadores, (sus abuelos), que supieron masacrar (cuando el momento convoco a sus tropas) para que no pierdan sus prebendas. Aristócratas nombrados por Dios mismo, cruzados, matamoros, inquisidores, conquistadores, franquistas, salva patrias, asesinos de indios y de mujeres rebeldes liberadas y abortistas, de maestros de escuelas, torturadores de sindicalistas anarquistas, rojos y pacíficos pacifistas…expulsadores de judios, fratricidas de mujeres quemadas vivas, verdugos o jueces de todas y todos los que pueden poner en peligro su secular poder económico e ideológico sobre los demás. En tiempo de “paz “, enfundados en el traje de oveja de la democracia, est@s lob@s sacan juntos los dientes cuando hace falta, o defienden los intereses de la Familia desde el lugar que ocupan. Estos mismos tiemblan ante los lobos más crueles que dirigen, manipulan, administran, gobiernan el Nuevo Orden Mundial. No vaya ser que les quiten de en medio si se cruzan en El camino. Es tan fácil hoy en día mover las piezas y quitar un peón en el tablero con una sola llamada.
Nadie es culpable de la catástrofe ordenada hace 11 años. Ha sido la fatalidad. Dios quiso. La decisión del juez es chocante. Vale. Es cierto. Pero no pasará nada. Un mal trago. Hemos pagado la vaselina pero nos han jodido sin. Silbaremos nuestro descontento en las redes sociales como hago aquí. Saldremos a la calle a protestar pacíficamente. Gritaremos silenciosamente manos arriba, como las marionetas que somos, antes de volver a casa satisfechos de la gran lección de democracia dada al mundo que observa, atónito, como es decididamente cierto el adagio de que Spain is different.