Espirulina: el súper alimento azul que fortalece a los enfermos, a los mal nutridos y a los vegetarianos.

Hace poco, recibimos un correo solicitando nuestra firma para acabar de una vez con la producción de “foie gras” en Francia. Por supuesto no hemos firmado. Hace tiempo que no creemos en las recogidas de firmas promovidas por “Avaaz”, el gran tinglado mundial creado por lacayos de los financieros de la globalización para limpiar nuestra conciencia y desviar nuestros ataques, y por otra parte, habría que firmar también contra los productores de foie gras chinos que dentro de muy poco, si ya no es un hecho, van a desbancar la producción francesa. No es menos cierto, también, que no solo las ocas y los patos sufren de un inaceptable maltrato por parte de los supuestos humanos. Hoy en día, todas las especies animales explotadas sufren nuestras torturas. Las condiciones de vida de los hermanos animales son más que deplorables. Ya no viven sus cortas vidas en granjas merecedoras de este nombre. El capitalismo ha industrializado tanto el proceso de fabricación de la carne o de los huevos, que nuestras amigas las bestias ya no son nada. Menos que un cero à la izquierda de un balance contable. Como ya hemos visto que ni siquiera se limpian el culo con nuestras firmas, la única actitud coherente que hemos encontrado para seguir viviendo con algo de dignidad en este Planeta es suprimir la carne de nuestra dieta. Radicalmente. Sin remordimiento. Y sin trauma. Hace tiempo que nos hemos pasado del otro lado, del lado de la revolución activa. Basta de blablabla. Nuestro comportamiento es todavía, por supuesto, más que perfeccionable pero estamos encaminados. Nuestro hijo adolescente inhabitual se ha prometido que algún día solo comerá rayos de Sol. Energía pura. Sin pasar por intermediarios. No es una utopía.  Dos animales ya fotosintetizan en época de hambruna. Uno de ellos es una babosa de mar. Mientras tanto, el adolescente inhabitual empieza siempre su día a la 5:45 de la mañana con una cuchara de espirulina disuelta en agua. Esta espirulina le ayuda a mantener un ritmo de vida extremadamente lleno y complejo. Pocos alimentos son tan completos como la espirulina. Más que un alimento es lo que los ancianos llamaban una panacea.  Te libramos aquí nuestra traducción de la última carta de Jean Marc Dupuis de Neo-Nutrition sobre la espirulina. Como nuestra vida, será imperfecta, pero bon profit. Para los habitantes de Altea, recordar que se pueden comprar 100 gramos de espirulina en la eco tienda de Ingo y Petra «AlhamaBio» en la entrada de Altea la Vella por 14,95€. Con 100 gramos tienes para meses…y nos parece un precio honrado para alimento tan saludable. Los bancos de alimentos deberián recoger espirulina para los pobres en vez de alimentos muertos. Para que los niños pobres se pongan tan fuertes que soplando a la vez hagan pedazos la sociedad egoista que hemos creado.

 La carta de Jean Marc Dupuis de Neo-Nutrition:

Los súper alimentos son esos productos vegetales y algunas veces animales que fortalecen, aceleran la curación y la recuperación de los enfermos gracias a su excepcional riqueza nutricional.

 

 

Muy difundidos, porque son muy eficaces, a menudo han sido estudiados por primera vez por los científicos, los etnobotánicos y los médicos, que buscaban en la naturaleza soluciones a las enfermedades de los hombres.

 

Esas virtudes fuera de lo común no se deben al azar. Expuestos a grandes peligros, sometidos a enormes tensiones, son organismos que han sabido desarrollar complejos mecanismos de defensa para traspasar millones de años. Con su consumo, el hombre integra esas protecciones.

 

Entre estos productos, el más antiguo, y por lo tanto más fascinante es el Arthrospira platrensis, conocida como alga azul- verde o espirulina.

 

Sobrevivir en un ambiente hostil

La espirulina es la forma más antigua de vida en nuestro planeta: existía en su forma actual, ¡hace tres mil millones años!

 

Imagina: hace cuatro millones de años, en la Tierra no había océano y no había oxígeno en la atmósfera. El planeta entero era magma fundido, radiactivo, y constantemente bombardeado por asteroides masivos.

 

De las rocas terrestres fundidas emanaba nitrógeno, dióxido de carbono, amoníaco, metano, vapor de agua y son estos gases que  formaban la atmósfera, obviamente irrespirable para un ser humano .

 

Gradualmente, sin embargo, la Tierra comenzó a enfriarse. Esto permitió formarse a la corteza terrestre, y condensarse el vapor de agua de la atmósfera , produciendo lluvias que se acumulaban en las cuencas formadas por el impacto de los asteroides. Pero cada pocos cientos de años, la nueva lluvia de asteroides golpeaba de nuevo la superficie de la Tierra, lo que producía un aumento de temperatura tal que la corteza se fundía de nuevo.

 

Hace 3,5 millones de años, la Tierra se había enfriado lo suficiente como para que el agua se acumulara y empezarán a formarse los océanos.

 

Es en este contexto extremo que apareció la espirulina.

 

Esta micro alga debió su salvación a una cantidad astronómica de beta- caroteno, criptoxantina, luteína, zeaxantina y otros carotenoides, ficocianina y clorofila, antioxidantes, pigmentos que la protegian contra las moléculas agresivas. El color azul exceptional de la espirulina viene de la ficocianina, único colorante natural autorizado en los productos alimentarios.

 

La espirulina ha resistido los mayores cataclismos, los rayos cósmicos radioactivos, toda la contaminación, las enfermedades y los depredadores. Todavía existe hoy en día en su forma original.

 

Los hombres descubren la espirulina

Los hombres, por supuesto, se han percatado hace mucho tiempo de las cualidades restauradoras de la espirulina.

 

Los chichimêcatlahtohqueh, señores acolhuah, una tribu azteca, tenían su prestigio – y su riqueza – de la explotación del tecuitlal , el «oro azul» del lago de Texcoco , en el actual México . El tecuitlal, lo has adivinado, era en realidad la espirulina . Los conquistadores de Hernan Cortés fueron los primeros europeos en tener en sus manos la espirulina, durante la conquista de México en 1519.

 

Algunas tribus del Sahara cosechaban también en el Kanem y en el Lago Chad un barro milagroso  verdiazul llamado dihé. El dihé era tradicionalmente un alimento sagrado reservado sólo para las esposas de los jefes durante los períodos de embarazo, garantizando el nacimiento de niños más fuertes y sanos. Se trataba de nuevo, ni más ni menos que de la espirulina, que ahora es objeto de un amplio proyecto de desarrollo en el Chad financiado por la Unión Europea y la FAO ( Organización para la Alimentación y la Agricultura, órgano de la ONU dedicado al desarrollo de la agricultura).

Los orígenes de la fuerza

La espirulina debe su fuerza a su arsenal de pigmentos protectores de una composición y de una concentración única: ficocianina dándole su color azul, clorofila (verde) y carotenoides (naranja).

 

Esta rica pigmentación permite a la espirulina aprovechar mejor la luz solar para producir oxígeno. Es por esto que es tres veces más eficaz que otra planta como la soja, convirtiendo 10 % de la energía solar en oxígeno, frente al 3 % para la soja .

 

Pero la espirulina contiene también 60 % de proteínas, y es una fuente de vitamina B12, ácidos grasos insaturados omega- 6 de cadena larga ( ácido gamma linolénico ) y ácidos grasos omega- 3 ( ácido alfa- linolénico ), vitaminas , minerales y hierro .

 

Usos terapéuticos contemporáneos de la espirulina

Después de la catástrofe de Chernobyl, la espirulina se administró a los pacientes: se constató una reducción muy significativa de la radiactividad en la orina y un aumento en las células T (células implicadas en la inmunidad).

 

Esta sustancia ha sido objeto de un certificado en Japón sobre sus efectos sobre el sistema inmune. De acuerdo con varios estudios japoneses, aumenta la tasa de linfocitos.

 

Su riqueza en hierro le permite responder a la anemia. En particular, contiene más hierro que el hígado de ternera: de 3 a 8 mg por cada 5 g (nuestras necesidades diarias son de 10 mg para los hombres  y para las mujeres después de la menopausia, y de 16 a 20 mg para las mujeres que están menstruando).

 

En 2001, los estudios de  Puyfoulhoux muestran una mejor biodisponibilidad del hierro de la espirulina. Esto es importante porque muchas personas fijan mal el hierro. Los suplementos de hierro son generalmente mal absorbidos, poco eficientes y con frecuencia causan problemas digestivos (por ejemplo Tardyferon ).

 

Por todas estas razones, la espirulina puede interesar a personas con desnutrición causada por  enfermedad, vejez, una mala alimentación crónica, o por una medicamentación fuerte. Tomar dos cucharadas de espirulina (10 g) proporciona tanto hierro como una porción de brócoli, tantos carotenoides como una zanahoria, y tanta  proteína como un huevo.

 

Los pacientes de cáncer pueden tomar espirulina y beneficiarse de sus efectos anti-radiactivos, desintoxicantes, y favorecer así la tasa de linfocitos (glóbulos blancos) y linfocitos T (células inmunes de gran importancia), que se destruyen mediante la quimioterapia.

 

 

Dónde encontrar y cómo usar la espirulina

La espirulina se cultiva hoy en día de forma controlada en lugares donde el clima lo permite: Chile, China, Cuba, India, África del Oeste, Grecia (en invernaderos geotérmicos), México, Chad, etc.

 

 Se la encuentra fácilmente en la tienda de productos orgánicos, donde toma la forma de un polvo de color azul – verde, a granel o en cápsulas. Si usted la compra a granel, se puede mezclar con la comida: sopas, purés, bebidas, postres.

 

La espirulina siendo muy concentrada, se inicia con una dosis de 1 g por día ( cuarto de cucharadita ) durante la primera semana y luego se aumenta gradualmente la dosis hasta 5 a 10 gramos por día (10 gramos para las personas que comen muy pocos vegetales debido a su estado de salud ) .

 

También puede practicar una cura de espirulina en comprimidos. En esta forma, la dosis será de 7 comprimidos para empezar por la mañana o a mediodía  durante 20 días y luego 2 comprimidos por día como cura de mantenimiento durante 2 meses.

 

Al comienzo de la cura  con espirulina, pueden aparecer algunos problemas digestivos. Es aconsejado en estos casos  reducir las dosis y aumentar progresivamente, hasta que su cuerpo se adapte.

 

Puede servir de alimento básico para los seres humanos, pero es falso decir, como hacen algunos, que la espirulina podría representar una fuente ilimitada de alimentos para la humanidad. De hecho, a pesar de su riqueza en nutrientes, es baja en calorías. Su interés, sin embargo, es innegable para combatir la desnutrición en los países pobres, y es en este sentido que trabajan varias organizaciones internacionales.

 

¡A su salud!

 

Jean -Marc Dupuis