Hacia solo -7,8ºCelcius en la isla de Lovung pero combinado con un viento relativamente fuerte del este, el agua del mar se congelo con mucha rapidez atrapando un banco de arenques. La población del lugar afirma no haber nunca visto tal cosa pero Aril Slotte, investigador del Instituto Noruego de Biologia marina afirma no estar sorprendido ni encontrar nada raro. Los arenques estaban perseguidos por unos cormoranes y no pudieron salir a tiempo del puerto donde se encontraban.