Absolutamente interesante y absolutamente copiado de este blog:
A la lectura de este articulo que no hace otra cosa que decir bien alto lo que muchos saben pero que la mayoria de los demás ignoran, parece ser cierto. Que conste que Mariano puede vivir la orientación sexual que le apetece, pero la hipocresia es intolerable. Y más en un politico que defiende la linea rigida de su partido pero tiene otra postura en lo privado.
Cuando José María Aznar eligió a Mariano Rajoy como sucesor en el verano de 2003 frente a Rodrigo Rato, Mayor Oreja o incluso Angel Acebes (“el que más se parece a mí”), ya sabía mucho sobre la intimidad del candidato, que era un secreto a voces en el Congreso. Hoy le acusa de pusilánime, poco decidido e incluso miedoso, pero entonces era una virtud que se definía como “flexibilidad” para hacer lo que él le sugería. Porque Rajoy era una persona que sucumbía fácilmente a las presiones de todos y por todos, asustadizo, nervioso y poco vehemente, le cuesta decir que no, prefiere inhibirse ante las decisiones graves que pueden acarrearle enemigos. Este carácter “blandengue” a la par que temeroso se ha labrado durante muchos años a causa de algo que le causaría pánico escénico a quien lo sufriera: las memorias póstumas de Carlos Alberto Biendicho, el primer y único líder gay que ha tenido el PP desde que fundó la Plataforma Popular Gay (PPG), desvelan que a Mariano Rajoy lo han “sacado del armario” cinco veces durante toda su trayectoria política. Rajoy, que llegó a su escaño en Madrid con 31 años y soltero procedente de Pontevedra, posee varias biografías, pero ninguna de ellas hace alusión a este oscuro asunto. Ni “El hombre impasible” del burgalés Graciano Palomo, ni “La sucesión” de la gallega Magis Iglesias, tampoco “Un gallego en la Moncloa”, editada por La Voz de Galicia, ni por supuesto “En confianza”, del propio Mariano Rajoy mencionan los episodios de “bullying” o acoso escolar que, de ser cierta esta circunstancia, habrían marcado la vida del actual presidente del Gobierno e incluso su matrimonio forzado por su entonces jefe político, Manuel Fraga para acallar los rumores. Tampoco ningún libro hace mención a su grupo de amigos en Madrid que, siendo soltero, frecuentaba cuando aún era un ilustre desconocido que se limitaba a ocupar su escaño y votar: un profesor de universidad (hoy catedrático), un periodista (hoy en “El Mundo”), un diputado aragonés (hoy retirado de la política) etc… Ellos lo saben todo.
Las memorias del ex-militar y ex-seminarista Carlos Alberto Biendicho tituladas “Gaviotas que ensucian su propio nido”, han comenzado a venderse en EE.UU a través de la librería Amazon y en España en Bubok. En ellas Biendicho, que falleció de SIDA en León, describe con todo lujo de detalles a la escritora Illy Nes su irrupción en la vida pública y como hubo un momento en la historia de España, con Rajoy a la cabeza (no firmó el recurso de inconstitucionalidad de su partido contra el matrimonio gay) en que el PP apoyaba la igualdad legal de los homosexuales españoles. Las conversaciones de Biendicho con José María Aznar (le pidió que retirara una denuncia), el propio Rajoy (lo invitó a una convención del PP), la reina Sofía (se la presentó Esperanza Aguirre en un acto del Congreso) y otros dirigentes como Rita Barberá, Luisa Fernanda Rudi, Miguel Angel Cortes o Federico Trillo, que intentó impedir la salida del armario de su amigo el teniente coronel Sánchez Silva, recorren las páginas de este libro-bomba que describe desde dentro toda la sociología sexual del PP.
Michael Portillo
Las alusiones a la supuesta homosexualidad de Mariano Rajoy tienen su origen esta vez en la propia derecha, según el libro. Así, el locutor y ex crítico de arte, Federico Jiménez Losantos, desde los púlpitos radiofónicos de la cadena Cope, se refería en numerosas ocasiones a Mariano Rajoy como “Maricomplejines”. Miguel Pato en “Periodista Digital” afirmaba que llegó a llamarle “tonta muy tonta”. El propio Losantos en su web “Libertad Digital” a través de su artículo “Maricomplejines, futura seleccionadora nacional”, lo eligió como “símbolo del apocamiento conservador y de la falta de valor para todo”. Fernando R. Genovés, el 27 de agosto de 2004 titulaba una crónica en “Libertad Digital”, como “Maricomplejines no quiere gobernar”, “Minuto Digital” (22-10-05) titulaba “Los maricomplejines existen” y “Red Liberal”, el 4 de agosto de 2005 también publica el artículo “Maricomplejines desembarca en Inglaterra” donde se utiliza el apelativo para colgárselo esta vez al dirigente conservador inglés de origen español, Michael Portillo, que dimitió tras reconocer una relación homosexual durante su juventud. El 25 de julio de 2006, otra nueva alusión se produce en el artículo “Derecha sin pasado, derecha maricomplejines”. Resulta curiosa esta comparación entre Rajoy y Portillo como político de un partido conservador homófobo mientras él era homosexual armarizado.
Alfonso Guerra