Tenía que llegar el súper hombre, tarde o temprano…
El hombre siempre ha querido volar, el imbécil también, que también es hombre, y si para tener esta furtiva sensación tiene que ponerse unas zapatillas neumaticas enchufadas al agujero del culo de la moto acuática que lleva su compañero… ¿Por qué no? ¿Quién le va a prohibir joder más todavia a los vecinos con más contaminación acústica y más olores a gasolina imperfectamente quemada si este «deportista» goza y aprovecha del momento practicando su “deporte”. No iremos en contra del progreso y del crecimiento: el sacro santo mercado manda. Los imbéciles también.Aunque luego, mediáticamente, nos machaquen y nos culpabilicen a todos con Cop 21 y un cambio climático supuestamente antropoceno…
¡Que se jodan los vecinos y el planeta¡
El super hombre volador ha llegado al Portet de Cap Negret…