Fuente . El escritor francés Michel Houellebecq analiza hoy (19.11.2015) la situación que vive Francia y lanza duros reproches y descalificaciones a sus dirigentes en un artículo publicado en Italia a raíz de los atentados de París de la pasada semana. «Es muy improbable que el insignificante oportunista que ocupa el sillón de jefe de Estado, así como el retrasado que desempena las funciones de primer ministro, por no hablar de los ‘tenores de la oposición’, salgan airosos de esta nueva prueba», escribió Houellebecq en una columna que publica el diario italiano Il Corriere della Sera.
El texto lleva por título «Yo acuso a Hollande y defiendo a los franceses», y en él repasa los ataques terroristas que sufrió Francia en 1986, antes de analizar la situación actual, tras los últimos atentados, en su opinión «atribuible a precisas responsabilidades políticas». En este sentido, señala que «al contrario de como se piensa, los franceses son a menudo dóciles y se dejan gobernar fácilmente, pero eso no significa que sean completamente imbéciles». Afirma asimismo que «su principal defecto podría definirse como una suerte de superficialidad proclive al olvido».
Por esa razón, cuestiona a «quién ha decretado los recortes en las fuerzas de policía, hasta reducirlas a la exasperación, casi incapaces de desarrollar sus propias tareas». «¿Quiénes nos han inculcado, durante tantos años, que las fronteras son algo absurdamente anticuado, símbolo de un nacionalismo superado y nauseabundo? Se comprende rápido que estas responsabilidad son muy comunes», señala.
El autor de Las partículas elementales (1998) y Sumisión (2015) se pregunta «¿qué líderes políticos han engatusado a Francia en operaciones absurdas y costosas, cuyos primeros resultados han sido sumir en el caos a Irak y después a Libia?». «La conclusión inevitable es, lamentablemente, muy severa: los Gobiernos que se han sucedido en los últimos diez años ¿veinte? ¿treinta? han fracasado penosamente, sistemáticamente, duramente, en su misión fundamental, es decir, proteger a la población francesa», afirma. Houellebecq defiende asimismo que «la ciudadanía, por su parte, no ha fracasado en nada».
«Se podrían multiplicar al infinito los ejemplos de la grieta -hoy abismal- que se ha creado entre los ciudadanos y aquellos que deberían representarles», apunta. En cualquier caso, el escritor abunda en que «los franceses sabrán resistir, incluso sin hacer gala de un heroísmo excepcional» tras la última cadena de atentados terroristas que causaron el pasado viernes en París 129 muertos y más de 300 heridos.
Hace dos años, Francia habría podido obtener la lista de los yihadistas franceses que operan en Siria si Manuel Valls, quien era ministro del Interior, no se opusiera bajo el pretexto de no querer intercambio de información con las autoridades sirias.
Cuando los servicios secretos sirios han propuesto al señor Squarcini, en la época jefe de la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI) francesa, la lista de todos los yihadistas franceses que operan en Siria, Manuel Valls explico que Francia ‘No intercambiaría información con las autoridades sirias. Esta negativa se recuerda hoy, después de los terribles atentados de París, mientras los responsables franceses tratan de encontrar formas de prevenir este tipo de desastres.
¿Tal actitud soberbia es de sorprender por parte de Manuel Valls, hoy primer ministro galo, que re-escribió su historia personal y familiar con tal de trepar en el escalafón político hasta arribar dónde está? Hijo de la gran burguesía capitalista banquera catalana, se hizo pasar por hijo de republicano exiliado…Nuestros muertos, todos los muertos del terrorismo yihadista en cualquier parte de nuestro planeta, muertos de “primera”, de “segunda” o de “tercera” según como y cuanto tiempo se hable de ellos, según se rece por ellos en nuestras catedrales, todas nuestras víctimas son víctimas de sus guerras a ellos. Victimas de personajes “hijos de” como Manuel Valls. Víctimas de los que nos empujan a la guerra como Alberto Rivera de ciudadanos.