El 4 agosto pasado, los astrónomos del equipo español «La Sagra» descubrieron el asteroide 2013 PJ10 con un diámetro de al menos 50 metros. Al mismo tiempo, este rozaba la Tierra a una distancia de 372.000 kilómetros, el equivalente de un cabello en la escala astronómica. En comparación, el asteroide de Tcherliabinsk tenía un diámetro estimado de 17 metros.
El 2013 PJ10 hubiera tenido el potencial de eliminar del mapa una ciudad grande y según lo anunciado por el director de la NASA, en este caso, la única solución es rezar para que esto no suceda.
Sin embargo, los ciudadanbos no “tuvieron tiempo para orar” y mucho menos para temer porque, de nuevo, es sólo después de que se descartó todo peligro que se informo sobre el asteroide “asesino”.
Desde la caída del meteorito Tcherlabinsk, hay un aumento sin precedentes del número de asteroides geo-cruisers, meteoritos y bolas de fuego, lo que hace temer lo peor en el corto plazo.