Algo se está cociendo en las cocinas del mundo económico al más alto nivel. No sabemos exactamente qué. Pero va ser más fuerte que la tormenta de los años 07-08. De 1 a 4 veces más fuertes anuncian lanzadores de alertas que siguen las bolsas, el precio del oro y de la plata y otros metales pesados, así como las declaraciones de los mayores actores como la Lagarde que jugo hace poco con simbología y número 7 en una de sus últimas intervenciones. Estos últimos años todos los países que no son caniches del Imperio han intentado escapar del $ como moneda de transacción, porque el billete verde no vale nada, es una mierda de papel que solo sirve para limpiarse el culo y financiar la espiral deficitaria bélica de los yanquis. Así que veremos por dónde van los tiros pero no me sorprendería que, al principio de septiembre, una sorpresa de talla y no muy agradable vaya dejar sin palabra y sin blanca a los ahorradores de todo el mundo que son a la fuerza y muchas veces a pesar suyo: especuladores. Participamos de esta corriente de pensamiento muy alternativa, radical y minoritaria que cree que más vale no tener todos los huevos en la misma cesta y que investir en herramientas, en alimentos no perecederos, en semillas, en conocimientos guardados en libros y en el cacahuete que tenemos en la cabeza, no es apostar por el apocalipsis pero es volver a la sabiduría de nuestros antepasados que siempre, siempre, siempre, guardaban parte de la cosecha para semillas y otra parte para tiempos duros. Huele a bancarrota y ya sabes cómo se resuelven las bancarrotas en el mundo capitalista: con guerras. Pregúntate si te han contado la verdad acerca del motivo real de la primera guerra mundial e si Inglaterra no estaba en estado de bancarrota cuando estallo la gran guerra y que se desplazó el centro del poder económico de la City de Londres al Wall Street de Nueva York. Pregúntate. Duda. Es la mejor manera de no morir tonto ya, que de momento, se sigue morriendo…
http://pro.megatrendsinvesting.com/1403MTILEVELMTW150/LMTIQ801?h=true
Altea te quiero verde 